


El nuevo Audi R8 ya está a la venta, así que 116.800 euros te separan de él. En caso de querer el cambio R-Tronic, el precio sube otros 7.950 euros, con lo que se queda en unos escasos 124.750 euros.
Si lo observamos bien por fuera, podemos ver un par de detalles nunca vistos antes en Audi. Por primera vez en un coche de producción, la casa germana ha decidido montar el emblema de la marca en el capó, en lugar de su situación habitual en la parrilla. Y la carrocería bitono, con las tomas de aire laterales en un tono más oscuro que el resto, me parece que no se ha visto antes en ningún Audi de calle.
Otros detalles del Audi R8 estan presentes también alrededor de la carrocería. El vano del motor es visible tanto desde el exterior como desde el interior, gracias a una cubierta transparente y con la opción de añadir diodos para que sea visible durante la noche. Continuando con la trasera, el alerón escamoteable se despliega automáticamente cuando la velocidad aumenta y ayuda a que la adherencia proporcionada por el diseño de la carrocería aumente de forma considerable.
El interior está dominado por cuero y Alcántara, aunque existe la opción de pedir los asientos en cuero únicamente. Lo que tal vez si defraude en cierta forma es su salpicadero, muy similar al ya visto en el Audi A6. La palanca de cambios, toda en aluminio, tal vez puede hacer difícil el acceso a los mandos del climatizador.
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